Claudio Bravo rompió el silencio tras su polémica con el entrenador Eduardo Berizzo, quien lo marginó de los últimos partidos de la Roja tras la negativa del arquero de venir a jugar amistosos ante Cuba, República Dominicana y Bolivia.
En entrevista con TVN, el bicampeón de América con la Roja expresó que «no hablé con Berizzo. Cuando pasó esto fui yo el que llamé. Yo pregunté, en ese entonces, si yo iba a ser convocado y me dijeron que no podían darme esa respuesta. Yo opté por lo familiar, que es lo principal en mi vida”.
«Me sorprende la sensación de malestar que tengan hacia mi persona. Me sorprende el trato, pero fuera de eso, sí está la potestad de él de decidir, eso es innegable. Jamás me he metido en eso. Nunca he presionado. No necesito hacer ese tipo de cosas. El rendimiento es el que te lleva a competir en la selección», profundizó.
Consultado por un posible retiro de la Roja, dijo que «mis deseos de ayudar siempre han estado, desde el día uno hasta que el día que sienta que las cosas no las hago bien. Si no tuviera la sensación de ser un aporte, lo diría. Si te sigues manteniendo con la cabeza ordenada y al nivel que te toca jugar, a esta edad, ¿por qué no ser una alternativa? Pero tengo tranquilidad. Sé dónde estoy, sé la valoración que tengo en mi trabajo. Y hay una persona encargada de llevar a quien quiera en una citación”.
Por último, sobre la posibilidad de que Berizzo no lo convoque nunca más, dijo que «esa opción siempre ha existido, desde la primera nómina hasta la última que no sé cuándo pueda suceder. No me da pena, no me da lástima, porque he sentido que hasta el último día hice las cosas de la mejor manera posible. Me quedo tranquilo”.
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