Finalizó la participación de la Roja en Copa América tras el empate sin goles ante Canadá, en el encuentro final del Grupo A, igualdad que estuvo condicionada por las polémicas decisiones de Wilmar Roldán. El juez colombiano encargado de impartir justicia en cancha fue duramente cuestionado por su labor y obligaron a Conmebol a liberar el informe arbitral del compromiso.
Una de las jugadas puntuales que condicionó el desarrollo correcto del partido fue la expulsión, tras doble cartulina amarilla, del lateral chileno Gabriel Suazo. El jugador del Toulouse vio la primera tarjeta en los 12’ y a los 27’ recibió la segunda amonestación, tras una dudosa falta al jugador canadiense Richie Laryea.
Roldán consignó en su informe que la primera amarilla se debió a «una conducta antideportiva y una falta temeraria». Mientras que en la segunda, el referí repitió su observación de «conducta antideportiva», añadiéndole además que el jugador chileno cometió una falta que interfería «en un ataque prometedor».
Posterior a la eliminación del certamen, la ANFP realizó un reclamó formal hacia Conmebol pidiendo un castigo para Roldán en base a su dudoso criterio e inoperancia. En el documento se detalla que la expulsión de Gabriel Suazo y el codazo que sufrió Rodrigo Echeverría son dos groseros errores, donde el referí hizo caso omiso y que además estas decisiones irían directamente en «perjuicio de la selección chilena«.
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