La Supercopa 2024 entre Huachipato y Colo Colo fue suspendida por graves incidentes por parte de la hinchada alba en el Estadio Nacional y una de las historias llamativas que dejó fue la de un periodista islandés que estaba presenciando el encuentro en Santiago.
«Calma en la tormenta. La remontada de Arturo Vidal con Colo Colo terminó antes de lo esperado. Nunca experimenté algo así parecido«, contó en su cuenta de X (Twitter), donde publicó una foto de su familia en el sector Andes del estadio.
Kolbeinn Tumi agregó que le llamó la atención el «gas pimienta, abucheos locos, lanzamiento de ladrillos, fuegos artificiales, el juego volado y ventanillas rotas del coche para rematar la noche. Los niños nunca olvidarán esta noche loca».
Más en detalle en una crónica en el sitio Visir.is relató que «algunas noches nunca las olvidas. Ayer experimenté uno de estos con mis hijos. En el hermoso país de Chile, donde las divisiones de clases y la ira hierven a fuego lento y los hooligans se apoderan de un partido de fútbol en Santiago. Más de cincuenta años después de que personas fueran ejecutadas en el mismo lugar por creencias «equivocadas».
El hombre relató que le costó adquirir tickets para ver el partido: «Nos resultó difícil comprar entradas para el partido. A los extranjeros simplemente no se les permite entrar. No estoy del todo seguro de por qué».
«Los aficionados más ruidosos estaban en el extremo norte del estadio. A medida que avanzaba el juego, algunas personas comenzaron a subirse a las barandillas, la mayoría con máscaras u otros paños envueltos en el rostro, para no reconocerse», expresó.
«Todo iba mal en las gradas. Cada vez que los guardias de seguridad intentaban mostrar su poder, los fans se emocionaban aún más. Los grandes bloques de hormigón que sujetaban las barandillas se rompieron en pedazos más pequeños que volaron hacia los guardias de seguridad. Llevaban cascos y el cielo estaba despejado, por suerte. De lo contrario podría haber habido víctimas», complementó.
También dijo que «no voy a fingir que temía por mi vida ni nada por el estilo. Nunca durante un partido me sentí realmente engreído. Mis hijos eran diferentes. Estaba un poco preocupado por ellos en caso de que la situación fuera tal que no pudiera manejarlos«.
Por último, sobre su salida del estadio reveló que «durante nuestra rápida caminata desde el estadio hacia el auto, noté que un joven parecía estar mirándonos. En un momento intentó hablar con mi hija que no entendía nada y le dejamos claro que no queríamos tener nada que ver con él. No nos molestamos en caminar directamente hacia nuestro auto en caso de que alguien estuviera mirando desde la distancia. Finalmente seguros de que nadie nos seguía, nos dirigimos al auto».
«¿Se rompió la ventana del asiento trasero? Sí. Qué seguridad por parte del tipo del chaleco (cuidador de autos)… Lo que pasó anoche dentro del campo en Santiago se olvida rápidamente, pero lo que pasó afuera estará en el banco de experiencias de nuestros niños por mucho tiempo», cerró.
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