Luca Pontigo, ex delantero de Colo Colo, está en busca de un nuevo desafío mientras entrena con el equipo del Sifup para mantenerse en ritmo competitivo. En conversación exclusiva con Mundo Cracks, el atacante habló sobre su situación actual, su experiencia en el fútbol chileno y sus expectativas para la próxima temporada.
El atacante de 30 años se muestra enfocado en seguir su carrera en el fútbol chileno, buscando el equilibrio entre la experiencia acumulada y las nuevas oportunidades que se presenten. Con la determinación de seguir sumando en su trayectoria, espera dar el siguiente paso en su carrera, ya sea en la Primera División o en otro desafío que le permita continuar demostrando su talento en la cancha.
¿Cuál crees que fue el mejor momento de tu carrera?
En Santa Cruz dejé una huella. En el 2018 me tocó ascender con el equipo, salí mejor jugador del campeonato, después ascendimos a la Primera B y allí también hice una buena cantidad de goles. La gente me quiere mucho en Santa Cruz.
También fue bueno lo que hice en Copiapó, que hice hartos goles y logramos el ascenso, con un grupo muy bueno. Con Coquimbo fue un poco más corto, porque yo llegué tarde ese año, pero logramos el ascenso en el 2021.
No nombraste a Colo Colo y fuiste una de las promesas en 2012-2013, ¿Cómo recuerdas ese período en el club? ¿Qué significó para ti debutar en el primer equipo?
Creo que mi paso en Colo Colo de cadete al plantel, estuvo marcado por una etapa en el club que no fue muy buena y creo que eso pudo haber perjudicado un poco mi estadía allí, pero sí lo recuerdo. Mis mejores recuerdos son de ahí, sobre todo la etapa de cadetes. Teníamos una serie muy buena, salimos campeones seis o siete veces, pero claro en el futbol profesional es distinto. Te separan de tus compañeros con los que siempre saliste campeón y te toca enfrentarte a la realidad del fútbol profesional y no todos aguantan estar ahí. Tomé malas decisiones, quizás tuve que haber aguantado un poco más el haberme quedado ahí. Quise salir a préstamo para jugar y quizás debí haberme quedado un tiempo más para lucharla.
Yo nunca sentí presión en Colo Colo, la gente me apoyaba mucho, porque también demostraba y estaba en muy buen momento. Pero claro, después empiezan a surgir otras cosas. Te traen delanteros, al final un poco como que te tapan con delanteros extranjeros, entonces tienes que estar luchando el doble por tener un puesto ahí y yo creo que en ese momento me desesperé un poco. Perdí la paciencia y quise salir a jugar, porque para un jugador es importante estar constantemente jugando y tampoco es fácil tomar esa decisión.
Mirando hacia atrás, ¿hay algo que hubieras hecho diferente en aquella época de tu carrera?
Yo recuerdo un momento que hablé con Héctor Tapia y él me dijo que antes de mí iban a haber 4 delanteros más. Y eso para mí debió haber sido una motivación y no haber dicho ‘mejor me voy a préstamo a jugar a un lugar donde voy a estar seguro jugando’. Quizás tener esa claridad y también quizás haber pedido más ayuda, consejos de los profes que tuve en cadetes, creo que lo hice todo muy solo y al final tomé, no sé si una mala decisión, pero creo que todo pasa por algo.

Actualmente sin club
¿Cómo ha sido este período sin club para ti?
Este periodo ha estado marcado por el entrenamiento en el Sifup. Hoy estoy en el sindicato entrenando con los muchachos y el profe. Ha sido un proceso bastante bueno, llevo unas tres o cuatro semanas yendo.
¿Qué tal ha sido la experiencia de entrenar con el equipo del Sifup?
En el Sifup está todo. Tienen un buen gimnasio, buenas canchas, la disposición de los profes y del cuerpo técnico en general. En ese sentido, yo que estoy yendo ahora y los que estuvieron en años anteriores en el complejo, ninguno tiene para decir cosas malas de estar ahí en el complejo. Se ha trabajado bastante en esto.
¿Qué nivel de exigencia tienen los entrenamientos y cómo te han ayudado a mantenerte en forma?
Es complejo. Hay un tema competitivo que el profe debe manejar, porque es difícil estar entrenando a jugadores sin club que están desesperados por poder agarrar un equipo o buscando que alguien se fije en ellos. Surgen instancias en las que se hace difícil destacar, porque hay amistosos con equipos de Primera o Primera B y se nota que están más preparados, pero creo ese tipo de partidos les ha servido a muchos de los chicos para darse cuenta de lo que está pasando allí y de cuáles pueden ser sus aspiraciones en el fútbol.

¿Es importante para los futbolistas sin club contar con esta oportunidad de preparación?
Sí, ha sido bastante positivo y lo bueno es que esto ha ido mejorando año tras año. Hace unos años el Sifup no tenía un complejo en donde entrenar, tenían que estar arrendando canchas. En un momento fue en Quilín, en otro la Florida. Entonces creo que han avanzado harto en ese ámbito y no solamente para los que vienen de los equipos más reconocidos, sino también para quienes han tenido pocos minutos y necesitan mostrarse y puedan seguir entrenando. Porque al final uno puede entrenar en casa, hacer un trabajo personalizado, pero lo que te da la cancha no tiene comparación.
¿Sientes que el fútbol chileno brinda oportunidades a jugadores en tu situación?
Sí, en el Sifup están todas las herramientas que se necesitan. Lo único que quizás podría decirte es que queda lejos el lugar para entrenar, porque solamente está en Santiago. Pero sí están las herramientas. Tienen un gimnasio, te tienen listo el desayuno, la ropa que te entregan es buena, los cuerpos técnicos que han salido del Sifup y los que están ahora, como el profe Rodrigo Córdova con su staff técnico, son tipos preparados para entrenar a un jugador que puede venir sin minutos, como también preparar para equipos y competir contra clubes de Primera o Segunda División. Siempre se puede mejorar en cosas, pero para lo que apunta el Sifup, va en una dirección correcta.
¿Cómo manejas la incertidumbre de no saber en qué equipo jugarás esta temporada?
Este año ha sido distinto a todos los demás. Vengo de jugar en San Antonio, donde habré sumado unos 600 minutos a lo largo del año y para mí como delantero es poco. Por ende, esta instancia la he aprovechado para entrenar y también para jugar los amistosos que me han servido mucho para seguir teniendo ese roce y minutos en cancha. En ese sentido ha sido bien positivo para mí. Me ha ayudado para empezar a prepararme y no llegar mal a la siguiente temporada.

¿Has tenido acercamientos con algún equipo en este mercado de fichajes? ¿Te gustaría seguir en el fútbol chileno o consideras opciones en el extranjero?
En cuanto a los clubes, he tenido que decir que no a algunos porque tengo la ilusión de quedarme en Santiago, estoy tratando en lo posible que así sea.
Tuve una oferta del extranjero que era bien tentadora por el tema de plata, era muy bueno para mí, quizás no era el fútbol que uno apunta por el nivel. Pero ya con la experiencia que tengo, cuando llegan ofertas así, sí o sí hay que analizar muchos puntos. Lo que me hizo quedarme acá fue el nacimiento de mi hija, que nació hace tres semanas. Creo que no tiene sentido irme y después volver y tener todo un caos por estar cambiándome.
¿Cuáles son las principales cualidades que puedes aportar a un equipo en este momento de tu carrera?
Soy un jugador bien técnico. No soy ese nueve que va a la lucha, soy más un jugador que le gusta retrasarse a jugar y estar siempre en contacto con el balón. Me puedo desempeñar como puntero izquierdo o derecho, me ha tocado jugar en esas posiciones, entonces como delantero soy bien polifuncional. Puedo ocupar los tres lugares del campo. Físicamente soy rápido y siempre voy a encarar a los defensas, me gusta ir al duelo.
Siempre he sido positivo en el grupo, siempre he sumado, creo que también por algo he tenido hartos ascensos, porque eso se da, eso es algo que, por más que uno quiera o no, lo lleva adentro y es algo de un ganador. Yo me siento un ganador, siento que me gusta llegar a un plantel y aportar a ese plantel por más si estoy adentro o afuera. Siempre he sido un aporte como persona.
¿Cuál es tu objetivo principal en este momento de tu carrera?
Hay hartas cosas que uno va analizando después de haber tenido un año no muy bueno. Creo que primero es tener una mentalidad ganadora e ir donde esté a todo. Ojalá salir goleador, jugar todos los minutos y sacar al equipo donde esté campeón. Quizás empezar a cambiar un poco el estigma que tienen de uno. Si bien todos saben que soy un buen jugador, quizás me falta ser un poco más individualista, ser un jugador distinto que quiere guerrear, que tenga hambre. Creo que eso de repente hay técnicos que en general ven eso en mí, pero quizás cambiar esa forma en la que me ven.
¿Cómo manejas la parte mental en un momento como este?
Es complicado. La mayoría de los futbolistas pasan todos sus procesos con altos y bajos. Son muchos extremos, es difícil mantener ese equilibrio. Hay veces que uno tiene un partido bueno y se cree el mejor y después tienes un partido malo y eres el peor. Te echas la culpa de todo. Es complicado trabajar eso, vivir el día a día. Pero claro, después de lo que uno va viviendo creo que se va acostumbrando a eso y es una fortaleza mental que saca la mayoría de los futbolistas.
¿Qué mensaje le darías a otros futbolistas que están en una situación similar?
Siempre se debe sacar una autocrítica y decir por qué estoy acá, qué hice mal, qué me hizo llegar acá. Pero también desde lo personal y la motivación, esto les debe dar más fuerzas para mejorar y así año tras año romperla y no llegar a la misma situación que estás.
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