Universidad Católica conoció su castigo por los incidentes que provocaron los barristas cruzados en el partido ante Ñublense, el pasado 26 de agosto en Santa Laura.
La primera sala del Tribunal de Disciplina de la ANFP determinó que U. Católica juegue un partido a puertas cerradas (sin público), tras los problemas ocurridos por el uso de fuegos artificiales, bombas de ruino, humo y bengalas que provocaron que el partido fuese detenido por cerca de 10 minutos.
«Lamentamos especialmente que sea toda la hinchada de Universidad Católica quien deba pagar el actuar irresponsable e inadaptado de un grupo reducido de personas que se hacen llamar hinchas, pero que no nos representan en lo absoluto y a quienes no queremos entre nuestros seguidores», expresaron los cruzados en un comunicado.
Agregaron que «lamentamos que la Primera Sala del Tribunal de Disciplina no reconozca los esfuerzos que como institución hemos hecho para evitar este tipo de desmanes y sancionar a sus responsables, persistiendo en su premisa de aplicar una sanción general a todos los hinchas».
El castigo deberá cumplirse en el próximo partido de la UC, cuando el cuadro precordillerano reciba a Magallanes el domingo 24 de octubre a las 17:30 horas en Santa Laura por la fecha 24 del Torneo Nacional.
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