Aunque Alexis Sánchez ya tiene sobre la mesa una tentativa oferta del Fenerbahce, su salida del Udinese no será tan sencilla como se pensaba. El club italiano no está dispuesto a dejarlo partir sin una compensación económica.
El delantero de 35 años no asistió al inicio de la pretemporada con el equipo italiano y según el medio Il Gazzettino, ya sostuvo una conversación con el dueño del club, Gino Pozzo, para destrabar su salida. El objetivo está claro, sumarse al cuadro turco que le ofrece un contrato de cuatro millones de euros netos más incentivos.
Pese a la buena relación con la dirigencia, el club cambió de postura y ahora exigió un pago para dejarlo libre antes del término de su contrato, que finaliza en el 2026. En Udinese creen que, si Fenerbahce realmente lo quiere, entonces debe pagar por su salida, ya sea a través de una penalización o mediante un traspaso formal.
En un principio, todo apuntaba a una ida sin trabas, pero con el paso de los días las condiciones cambiaron. La ausencia del tocopillano en los entrenamientos fue interpretada como un mensaje claro: quiere dejar el club.
Las tratativas siguen abiertas, pero si no se llega a un acuerdo económico la única alternativa será que el equipo turco pague por el fichaje, algo que hasta ahora no está en sus planes.
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