La FIFA ha dado un golpe clave a las sociedades anónimas deportivas con una nueva regla para regular el mercado de fichajes del fútbol internacional.
El organismo rector del fútbol mundial ha determinado que, a partir de ahora, quedan prohibidas las transferencias de futbolistas entre clubes que pertenezcan a un mismo grupo empresarial.
Esta normativa busca contrarrestar una práctica habitual en el fútbol: el traspaso de jugadores entre equipos de un mismo holding, lo que a menudo generaba ventajas deportivas y económicas.
De esta forma, el organismo busca cumplir tres objetivos: evitar el acaparamiento masivo de jugadores, fomentar la firma de contratos más largos y dar mayor estabilidad en la carrera de los futbolistas.
Esta medida afecta directamente a varios conglomerados, como el City Football Group (propietario del Manchester City y otros 11 equipos), Eagle Football Holdings, Red Bull y el Grupo Pachuca (propietario del equipo homónimo, el León, el Real Oviedo y el Everton de Viña del Mar).
Otro equipo chileno afectado directamente es el O’Higgins de Rancagua. Recientemente adquirido por el también mexicano Grupo Caliente, ahora no podrá reforzarse con jugadores provenientes de equipos como Dorados de Sinaloa o Tijuana.
Aunque la ANFP ha emitido comunicados afirmando que no existe la multipropiedad en el fútbol chileno, hace tiempo que persisten dudas sobre los vínculos entre clubes, como el caso que relaciona a Universidad de Chile y Huachipato.
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